El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico (autorizado) de libros escritos después del nacimiento de Jesús de Nazaret. Se le designa así desde Tertuliano en la Iglesia cristiana. Al contrario del Tanáj o Antiguo testamento, los cristianos no tienen esta parte de la Biblia en común con los judíos.
El uso del término "testamento", proviene del hebreo berit ("alianza" o "disposiciones entre dos contratantes") a través del griego diathéké y del latín testamentum. Por tanto, en su significado original es el de Nueva Alianza.
Las versiones más antiguas de textos del Nuevo Testamento que se conservan están escritas en el griego denominado koiné, la lingua franca en el Mediterráneo Oriental en época romana. La mayoría de los especialistas cree que éste fue el idioma en que originalmente se redactaron, aunque algunos libros puedan haberse escrito primero en idioma hebreo o arameo, la lengua semita hablada por Jesús y su entorno. Sin embargo, no existen manuscritos antiguos del Nuevo Testamento escritos en hebreo ni tampoco en arameo.
Según los testigos de Jehová, el término "Nuevo Testamento" no es adecuado para referirse a esta sección de la Biblia. Prefieren llamarlo Escrituras Griegas Cristianas. Por otra parte, según La página del idioma español el nombre Antiguo y Nuevo Testamento para designar las partes en que se divide la Biblia previene de un error de los traductores latinos de la versión griega de la Biblia, quienes tradujeron como testamentum la palabra griega diatheké, que podía significar, en realidad, dos cosas: ‘deseo’ o ‘voluntad’, y también ‘acuerdo’ o ‘convenio’. El nombre de la Biblia en griego se refiere al antiguo y al nuevo convenio de Dios con los hombres y no a un testamento, lo que no tendría el menor sentido. Por tanto las religiones conservan el nombre tal vez por tradición.
jueves, 14 de enero de 2010
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